miércoles, 17 de diciembre de 2008

Ficciones



Dios es el nombre de otro dios más grande
Fernando Pessoa

Todos los hombres son el mismo hombre… las cosas, las mismas cosas encerradas en la dimensión espacial de la nada que cubre el mismo espacio sin que el tiempo agrupe realmente a todos los hombres encerrados.

Todos los libros son el mismo libro escrito por el mismo autor.


El universo es una esfera cuyo centro está en todas partes.


Lo recuerdo…
como el recuerdo que se aterra de regresas al tiempo…
como el espejo que me escupe y no se mitiga en mostrar los reductos de mi cuerpo…

Lo acontecido una vez en el tiempo se repite hasta la eternidad

...como los espejos que se multiplican unos a otros, como la nada que refleja el espacio vacío, o al silencio esculpido en el tiempo sin vida.


desde el fondo remoto del corredor, el espejo nos acechaba. Descubrimos (en la alta noche ese descubrimiento es inevitable) que los espejos tienen algo de monstruoso […] los espejos y la cópula son abominables porque multiplican el número de los hombres
Tlön, Uqbar, Orbis Tertius

Magritte et les miroirs

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