Paisaje sonoro imaginado basado en el texto Animales de los Espejos,
de El Libro de los Seres Imaginados de Jorge Luis Borges.
...En aquel tiempo, el mundo de los espejos y el mundo de los hombres no estaban, como ahora, incomunicados. Eran, además, muy diversos; no coincidían ni los seres ni los colores ni las formas. Ambos reinos, el especular y el humano, vivían en paz; se entraba y salía por los espejos. Una noche, la gente del espejo invadió la Tierra. Su fuerza era grande, pero al cabo de sangrientas batallas las artes mágicas del Emperador Amarillo prevalecieron. Éste rechazó a los invasores, los encarceló en los espejos y les impuso la tarea de repetir, como en una especie de sueño, todos los actos de los hombre. Los privó de su fuerza y de su figura y los redujo a meros reflejos serviles. Un día, sin embargo, sacudirán ese letargo mágico.
El primero que despertará será el pez. En el fondo del espejo percibiremos una línea muy tenue y el color de esa línea será un color no parecido a ningún otro. Después, irán despertando las otras formas. Gradualmente diferirán de nosotros, gradualmente no nos imitarán. Romperán las barreras de vidrio o de metal y esta vez no serán vencidas. Junto a las criaturas de los espejos combatirán las criaturas del agua.
En el Yunnan no se habla del Pez, sino del Tigre del Espejo. Otros entienden que antes de la invasión oiremos desde el fondo de los espejos el rumor de las armas.
Jorge Luis Borges y Margarita Guerrero
El Libro de los Seres Imaginados
Ilustración en tintas y acuarelas de Animales de los Espejos, por Francisco Toledo.
8 comentarios:
Luis
Vaya, qué sorpresa escuchar una composición tuya.
Interesantes ambas, tu melodía y las palabras de Jorge Luis Borges.
Saludos
Si algo me fascina en este mundo son los espejos, los laberintos, la mitología, los bestiarios; y si alguien reúne todo eso es Borges.
Ahora, cuando escucho Seres Imaginados, me imagino que viven en un entorno también fantástico, también mitológico, con sonidos que no podemos escuchar, pero sí imaginar. De esa premisa nace la idea de dibujar con sonidos ese paisaje. Ya lo había hecho antes, y aunque suene una empresa complicadísima, me gustaría recorrer al menos todos los paisajes de los seres que interactúen más con el sonido. Y bueno, como todo paisaje, lo que haga es mutable, todo paisaje cambia, ningún paisaje sonoro se repite dos veces.
Y bueno, muchas gracias por escuchar, por aquí he subido algunas cosas que he producido.
Saludos
Es un gustoo escuchar lo que haces, Luis. Tu paisaje sonoro imaginado con el texto de Borges y la ilustración de Toledo, conforman una fusión MAGNIFICA E INTERESANTE.
Saludos!
Gracias liz, para mí es un gusto que tú lo escuches.
Esto del Radioarte, supone muchas veces el manejo interdisciplario del arte. Es decir, mi soporte es el sonido, pero el soporte simbólico lo dan otros elementos, como la literatura y las artes visuales.
Saludos
Encantado, Luis! Eres un compositor de buenos reflejos!!
Gabriel...
Muchas gracias por el comentario... jeje, supongo que la alusión de los bueno reflejos es por los espejos. Borges da mucho para crear, ¿no crees?
Saludos
Saludos Luis
Encontré tu blog recorriendo otros blogs y en particular me llamó la atención esta pieza por lo interesante que es mezclar la literatura con los sonidos y formar una sustancia intangible pero imaginable, no sé como son esos animales que nos presenta el escritor hasta que los veo encerrados en mi espejo y los escucho gritar quedamente en tu composición.
Gracias.
Giac...
Qué bueno que te has topado con este blog, y mejor aún que hayas podido escuchar esta pieza sonora.
Creo que cada quien puede imaginarse sonidos distintos, por lo que yo no pretendo crear un paisaje sonoro único, de hecho, un paisaje sonoro nunca es el mismo, siempre cambia. Nunca una ola se repite, entonces su sonido tampoco.
Te agradezco los comentarios.
Saludos
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