lunes, 23 de noviembre de 2009

Las Campanas de Cholula


Vista lateral del atrio y la fachada del Ex Convento franciscano de San Gabriel Arcángel, cuyo campanario participó en el concierto de campanas de este año


En lo personal siempre me ha agradado el sonido de las campanas. No sé qué produzca su timbre en particular, pero me parece que armoniza con cualquier otro sonido. Alguna vez, durante un recital de piano en el que participé, un leve sonido de campanas envolvió el ambiente junto al sonido del piano, lo cual no fue para nada desagradable, sino todo lo contrario.


Los conciertos de campanas se han vuelto cosa bastante común, especialmente en ciudades que poseen muchas iglesias con campanarios. 


En Cholula, los conciertos de campanas son una tradición que se remonta a noviembre de 1993, cuando el compositor valenciano Llorenç Barber compuso una obra titulada Vaniloquio Campanero, ex profeso para las campanas de Cholula.


Para Barber, así como otros compositores y aristas sonoros, las campanas son instrumentos musicales únicos, los cuales pocas veces son explotados más allá de su función fundamental, es decir, el llamado a misa.


Para el Festival Vaniloquio de este año, no se interpretó la obra original de Llorenç Barber, sino una  pieza nueva, del compositor norteamericano y catedrático de la Licenciatura en Música de la UDLAP, Brian Banks. Esta obra titulada Las Campanas de Cholula, es una pieza escrita para 36 campanas de 18 iglesias diferentes. Durante el concierto, la obra fue dividida en dos partes, y a la mitad se tocó un interludio orquestal a cargo de la orquesta estudiantil Symphonia. En dicho interludio se interpretó una pieza de Banks titulada When daylight fades, la cual tiene un solo vocal y de guitarra.


El concierto en general prometía mucho; sin embargo, hubo diversas inconsistencias que lo demeritaron en gran medida. El concierto de campanas en sí casi no se pudo apreciar debido a que no existió un momento en que los asistentes guardaran silencio para poder escuchar la totalidad de las campanas.


La participación de la orquesta Symphonia, fue de poca calidad, especialmente la sección de los violines que desafinaron constantemente. Asimismo el sistema de sonido no ayudó en lo más mínimo para apreciar algunos de los rasgos destacables de la interpretación del interludio orquestal.


Yo hubiera recomendado a la gente que dejara sus asientos y que recorriera las calles de Cholula, para apreciar los matices sonoros de cada campanario, los únicos timbres de cada campana, los cuales era posible percibir en diversos rincones de la ciudad.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Babel, de Cildo Meireles


 Babel, de Cildo Meireles

Una de las exposiciones que en este momento tiene el MUAC (Museo Unversitario de Arte Contemporáneo) es la del artista brasileño Cildo Meireles.

Más allá de lo que uno sienta con respecto al arte contemporáneo, es decir, de todos esos movimientos postmodernos que giran entorno al concepto, más allá del objeto artístico; en una época en la que la barrera del marco artístico fue rota hace varias décadas, y que incluso el arte objetual es visto con recelo por algunos grupos que ven con añoranza el arte de caballete y museístico del pasado. Más allá de cualquier discusión estética, la exposición de Cildo Meireles es una buena oportunidad de acercarse al mundo del arte contemporáneo, a un mundo que ofrece al espectador la oportunidad de entrometerse con la obra de arte, y no sólo observarla. 

Una de las obras de esta exposición que más llamó mi atención fue Babel (2001), una obra que fácilmente podríamos denominar Escultura Sonora, aunque en el contexto del espacio en la que está colocada también podría llamarse Instalación Sonora.

Como lo muestra la imagen, Babel es una torre elaborada con radios de diferentes épocas. La obra hace una evidente alusión al relato mítico de la Biblia, en la que el dios abrahámico, indignado por la construcción de una torre que llegaría al cielo, cambió las lenguas de los constructores para que no se entendieran entre sí. Independientemente de esta connotación, que es una metonimia muy evidente, para Meireles, esta obra "representa una muestra arqueológica de eventos", debido a que la radio es un medio de comunicación de naturaleza efímera, y ya que la obra presenta un sinnúmero de radios transmitiendo un canal distinto, no puede haber dos experiencias sonoras iguales.

Es importante señalar que aunque la obra presenta una connotación muy clara con respecto a la incomunicación que impera en la sociedad, la pieza en sí es un hecho interesante que también le da la oportunidad al espectador para someter su oído a una exposición sonora muy poco habitual, en la que impera un aparente desorden sónico, es decir, ruido ambiental.

A diferencia de otros tipos de esculturas e instalaciones sonoras, el sonido que produce Babel no ha sido manipulado y no se puede controlar, es totalmente aleatorio, así como el sonido al que estamos expuestos comúnmente. Es por eso que circundar entorno a Babel, observándola y escuchándola, también es una oportunidad de comprender el fenómeno sonoro al que estamos sometidos diariamente. 

La exposición de Cildo Meireles en el MUAC estará hasta enero de 2010.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Coatlicue Transformada



"Coatlicue Transformada" es una ofrenda sonora electroacústica que toma como base una de las pinturas de Saturnino Herrán, Coatlicue Transformada (ver imagen), en la que el pintor superpone la imagen de Jesucristo en la cruz, sobre la estatua de Coatlicue, monolito azteca que simboliza la cosmogonía y el orden del universo mexica.

Esta ofrenda sonora, también utiliza como estructura una pieza de índole prehispánica, "Tórtugas en la playa", del compositor Antonio Zepeda.

La construcción toma como base la pintura de Herrán, porque al igual que él, se superponen elementos sonoros occidentales (como el tema del Dies Irae) sobre la estructura musical, representada por la música prehispánica de Zepeda. 

Coatlicue Transformada, Saturnino Herrán